Ya pasaron varios meses desde que tuvimos noticias de un nuevo virus que estaba enfermando personas en China. En Asia,
tan lejana, quien podría pensar que esa mancha roja en el planisferio iba a
descender por el mapa como una ola que arrasa y contagia a tantos humanos.
Y hoy todavía nos cuenta procesar los cambios a los cuales nos llevó el
confinamiento. Lo cierto es que permaneciendo en cuarentena en nuestro hogar comenzamos
a vestirnos de entre casa, con piyamas, ropa cómoda. ¿Será que empezamos a tomar conciencia de que
al fin y al cabo no era necesario que tuviésemos tanta ropa que ahora ni
siquiera podemos usar? ¿Será que bajamos nuestras necesidades a tierra
y percibimos que son más importantes y valiosas otras cosas?
Esta claro que la moda no puede escapar a esta ola arrasadora del Covid y
si bien sabíamos que la industria de la moda es una de las más contaminantes, tal vez ahora es el momento de cambiar, modificar nuestros hábitos, sentir con otra profundidad y pensar en el verdadero valor
de la indumentaria que usamos.
Y en esto debemos reflexionar los emprendedores, los que ya tienen un proyecto y
los que quieren comenzar. Ahora el desafío es muy grande y la responsabilidad mayor
aún. Ahora nos dimos cuenta que cada ser humano necesita de otros para sobrevivir
y tenemos que llevar esa experiencia a
nuestros proyectos de emprendimiento para que todos nos beneficiemos.
Es momento en que los gigantes de la moda comiencen a valorar el trabajo de las personas, que paguen sueldos dignos y
que cuiden la salud de los trabajadores textiles.
En medio de este panorama los pequeños emprendedores tenemos una oportunidad
única. Vamos a ser realmente creativos, a realizar diseños orgánicos, a usar
materiales sustentables vamos asentarnos a resolver problemas por y para la
gente. Como reutilizar una prenda que
esta nueva y ya la deseché, como convertirla en otro material, como pagar el trabajo
lo que realmente vale, como crear productos que duren y no sean moda de pocos
meses. La vida es más que simplemente un atuendo. La vida está en nosotros y
debemos cuidarla y tambien la de los trabajadores de cualquier
parte del mundo.
Te propongo que te sientes con un papel y un lápiz, que dejes tu celular de
lado. Toma una prenda de tu placar y piensa de qué forma creativa puedes cambiarla
para convertirla en algo mejorado, distinto, valioso para ti o para otra persona.
Haz un boceto, muchos bocetos y cuando logres despertar tu creatividad
y vuelques tu impronta en el papel, toma esa prenda y transfórmala, aunque no
tengas ni máquina de coser, solo con aguja, hilo, tijeras y algunos
accesorios.
Recuerda, el cambio nace de nosotros y ha llegado el momento del verdadero
cambio.
Escríbeme y envía las fotos de tu maravillosa creación y cuéntame tu experiencia
y si quieres la publicaremos para que sea inspiración para los demás.
lesideux@gmail.com
Sil Stevenon
No hay comentarios:
Publicar un comentario